El mago de Zárate, Pablo Cefo: la magia de partir y el arte de volver… con éxitos en el mundo y nostalgias zarateñas – este medio

Su vínculo con Zárate es profundo. “Viví toda mi infancia y adolescencia acá. Tengo recuerdos hermosos: de la escuela, del arte, del fútbol, de los clubes, de la calle. Zárate está en mí, esté donde esté”. Y aunque hace 18 años que partió, cada regreso lo conecta con afectos, memorias y gestos que lo reconfortan. “Cada vez que vengo, me reciben con cariño. Me invitan, me llaman, me mandan fotos de shows de hace 30 años. Eso te llena el alma”.
Su carrera artística comenzó con una caja de magia dcomprada en una juguetería zarateña y se profesionalizó en Buenos Aires, donde encontró una academia que lo marcó. “Ahí decidí dedicarme a esto. No fue fácil, no tenía antecedentes familiares en el arte, pero me animé. Y como digo en mis shows: el mundo sería distinto si más personas vivieran de lo que realmente aman”.


Se fue hace unos 18 años, y desde entonces, transitó escenarios del mundo, desde Colombia, España, República Dominicana y hasta París. “He actuado frente a miles de personas, en teatros, salones, centros de eventos. En Colombia, incluso adapté recetas argentinas y abrí un restaurante en España. Todo fue prueba y error, como la magia misma”.

Su estilo es descontracturado, con humor y psicología inversa. “Juego con el estereotipo del argentino creído. Entro al show y digo: ‘Aplaudanme más fuerte, soy argentino, necesito arrancar con el ego bien arriba’. Eso rompe el hielo y genera complicidad”.

Hoy, además de artista, es padre. “Lo más grande que hice fue mi hija Zoé. Tiene 13 años, ahora está en Colombia, y se cree de 20. Ya tengo la escopeta lista”, bromea con ternura.
Sobre Argentina, desde su mirada internacional, opina: “Se ve bien desde afuera, sobre todo por el fútbol y por el cambio político. En Colombia, por ejemplo, muchos ven al presidente argentino como un ‘loquito necesario’. En contraste, allá en Colombia, se retrocedió 30 años: volvieron los atentados, el narcotráfico, la inseguridad. Es doloroso”… manifiesta.

Y aunque alguna vez soñó con retirarse en una playa del Caribe, hoy su respuesta es otra: “Creo que sería en Zárate. Cuando uno envejece, se vuelve más melancólico. Y este lugar, con todo lo que significa, tira fuerte”. Pero antes, pasará por el altar junto a Paula Reyes Smith, la bella colombiana, que hizo magia en su corazón.

Al terminar la charla con este Multimedios, deja un mensaje simple y profundo: “Gracias. Gracias por el cariño, por los recuerdos, por seguir creyendo en mí… soy testigo de que se cosecha lo que se siembra”. Lo dice convencido de que su siembra le vuelve, hoy al caminar las calles de su ciudad natal.
Multimedios este medio lo recibió como artista en su fiesta del 103° aniversario, en el histórico salón del Centro Entrerriano. Aquella noche deslumbró con su magia… y poco tiempo después, emprendió vuelo. Esa noche, recibió de nuestra mano, el Reconocimiento Honorífico Luis Güerci por su arte —ver foto—, y ya entonces, se intuía que estábamos frente a un gran talento.



